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El gas de Vaca Muerta colmó la capacidad en Loma La Lata

La planta separadora de gas de Loma La Lata funciona al máximo su capacidad y rechaza el ingreso de más fluido.

Los gases etano, propano, butano y gasolina son los principales componentes que se extraen del gas natural en la planta que la Compañía Mega tiene en Loma La Lata. Son gases ricos que son utilizados para la petroquímica o para ser exportados, pero que por el boom de Vaca Muerta ya agotaron la capacidad de tratamiento y llevaron a la firma formada por YPF, Dow y Petrobras a que analicen planes de ampliación.

La planta instalada hace 20 años ya quedó chica según confirmó al diario “Río Negro”, el gerente general de Mega, Alejandro Fernández. Es que junto a la mayor producción de la Cuenca Neuquina la firma también amplió su cartera de clientes a fines del año pasado y pasó de recibir sólo el gas de YPF a tener contratos en la actualidad con las principales ocho operadoras.

“Tenemos mucha más disponibilidad de materia prima pero hoy estamos rechazando más gas porque tenemos más que el que somos capaces de procesar”, indicó Fernández y detalló que “hay 7 millones de metros cúbicos que están pasando por nuestra planta pero salen directos porque no tenemos capacidad de procesarlos”.

En la planta ingresa el gas proveniente de decenas de bloques productores al punto que representa del 50 al 55% de la producción de la Cuenca Neuquina. En la planta se separan los gases ricos que se licúan y envían por un poliducto a Bahía Blanca y el metano se inyecta a los gasoductos troncales del país como son Neuba II, Centro Oeste 1 y Centro Oeste 2, para llegar así a gran cantidad de hogares de todo el país.

Por Loma La Lata pasa un tercio del gas que se consume en todo el país pero con un diseño con capacidad de procesamiento de 36 millones de metros cúbicos por día, la planta está funcionando actualmente con 39 millones de metros cúbicos a través de un minucioso control de las presiones.

La imposibilidad de procesar una mayor cantidad de gas implica que en las redes que van a los hogares, comercios e industria se están incluyendo sin separar los gases ricos, perdiendo oportunidades para la exportación por ejemplo de GNL o de procesar etanol para producir plásticos.

Fernández explicó que “la ampliación que estamos pensando es para duplicar la capacidad para fines del 2024”. Y detalló que la mayor limitante es la falta de mercado para el gas “común” en los períodos de baja demanda del país, y hasta que no se desarrollen las exportaciones de GNL y a países vecinos, los planes de desarrollo tendrán esa restricción.

Es que la planta de Loma La Lata ya experimentó los efectos de la caída del consumo interno del país cuando a principios del mes pasado, con los primeros días de calor, pasó de procesar 39 a sólo 26 millones de metros cúbicos por día.

Autor: Horacio Beascochea

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