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Neuquén optimista con la llegada de Iguacel a Energía

Desde el gobierno neuquino afirmaron que el nuevo ministro entiende la importancia de Vaca Muerta. El ministro anterior fue uno de los responsables de las nuevas inversiones hidrocarburíferas en la provincia.

El cambio del titular de la cartera de Energía, Juan José Aranguren por Javier Iguacel fue bien recibido por el gobierno provincial, desde donde resaltaron la buena relación previa con el flamante ministro.

“Comprende la importancia que tiene para el país seguir desarrollando Vaca Muerta”, señalaron desde el gobierno y destacaron la relación previa de Omar Gutiérrez, cuando el ex titular de Vialidad Nacional llegó hasta Neuquén para dejar inaugurado el tercer puente entre Neuquén y Cipolletti.

La salida de Juan José Aranguren de la cartera energética planteó una serie de interrogantes ya que mantenía una buena relación con la Provincia, además de ser uno de los responsables de las nuevas reglas del juego en la energía e impulsar el desarrollo de la formación neuquina de Vaca Muerta.

Ante una consulta, en el gobierno provincial se apuraron a dar buenas señales sobre Iguacel: “Sabe de la importancia estratégica que tiene para el país la producción de hidrocarburos no convencionales, algo que también la administración nacional puede contar entre el saldo a favor”, indicaron al diario LM Neuquén.

Un poco de historia

Como se recordará, a fines de 2016, la realidad de la cuenca neuquina había comenzado a complicarse. El desarrollo de Vaca Muerta se había afianzado con un crudo orillando los 100 dólares por barril. Pero tras el derrumbe del precio, se comenzó a prefigurar un panorama crítico: YPF había anunciado un recorte (tenía casi 40 equipos paralizados) y cerca de 1500 trabajadores se quedarían sin empleo.

Pocos meses después, el escenario se modificó. La Provincia y el gobierno nacional, en una mesa con Gutiérrez, Aranguren, y el sindicato petrolero, delinearon un plan para dar nuevo impulso a las inversiones y a la producción no convencional.

El plan se basó en dos aspectos centrales: un programa de estímulo bajo la forma de un precio subsidiado del gas y la modificación del convenio colectivo de trabajo, un requisito que pedían las petroleras para abaratar costos bajo el argumento de que el shale neuquino debía ganar en “productividad” si quería competir con la vanguardia estadounidense. Ese contexto tuvo lugar bajo la gestión de Aranguren y con incontables reuniones de todos los sectores en Buenos Aires.

El acuerdo desencadenó una nueva resolución del Ministerio de Energía de la Nación: estableció nuevos valores para el gas de Vaca Muerta. Es el sendero de precios que rige en la actualidad, con un techo en el primer año de vigencia (el actual) de 7,50 dólares por millón de BTU y un piso de 6 en el 2021, un valor que de todos modos supera con creces el precio de liquidación promedio, cercano a los 4.

Es el denominado el nuevo Plan Gas, un sucedáneo del impulsado por la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, que dio resultados casi enseguida, promoviendo inversiones como la de Tecpetrol, que comprometió 2300 millones de dólares con el desarrollo de su área Fortín de Piedra.

Autor: Horacio Beascochea

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