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Buscan alternativas para la Planta de Agua Pesada

Durante tres años, se pretende fabricar refrigerante para las tres centrales nucleares. A largo plazo el gobierno tiene en marcha gestiones para transformarla en una productora de amoníaco para fertilizantes. La planta de agua pesada está paralizada desde el 27 de mayo del 2017.

El gobierno de Neuquén busca gestionarle tres años más de vida a la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) de Arroyito con la producción de stock para las tres centrales nucleares existentes en Argentina.

El proyecto consiste en generar alrededor de 300 toneladas de refrigerante que servirían para la reposición de Embalse, Atucha I y Atucha II hasta el fin de su vida útil y que alargarían en el mediano plazo el horizonte de la planta, cercada por la decisión del gobierno nacional de suspender la construcción de la cuarta central nuclear.

“Estamos trabajando en un plan que permita generar la demanda de producción y las condiciones para que la planta tenga mercado interno. Esto en lo coyuntural. En lo estructural, estamos evaluando la posibilidad con el gobierno nacional de la radicación de una planta de fertilizantes”, afirmó al diario “Río Negro”, el gobernador Omar Gutiérrez.

Aseguró que el compromiso es “conservar las fuentes de trabajo y generar los horizontes de mediano y largo plazo para que vengan inversiones” y pueda seguir produciendo. Se estima que reconvertir la PIAP para que produzca fertilizantes, o bien darle un uso dual, demandaría una inversión mínima de 500 millones de dólares.

Entre las empresas interesadas en la reconversión, el gobernador de Neuquén anotó entre las a YPF y aseguró que se están manteniendo conversaciones con la firma y el gobierno nacional para avanzar en las gestiones.

Uno de los insumos básicos de los fertilizantes es el amoníaco y la planta tiene un reactor con capacidad para producir 90 toneladas de este químico. A las instalaciones existentes, entonces, les faltaría conectar la planta de producción de urea para su reconversión.

La planta de fertilizantes nitrogenados integrada a la PIAP es un proyecto de la Agencia de Inversiones de Neuquén (ADI) que lleva ya varias décadas y que nunca logró concretarse.

La PIAP está paralizada desde el 27 de mayo del 2017 y las gestiones del gobierno provincial están direccionadas a reactivarla antes de fin de año. El ministro de Energía, Alejandro Monteiro, detalló que el stock de agua pesada que demandarían las tres centrales nucleares activas hasta el fin de su vida útil es de 300 toneladas, lo que garantizaría una producción de al menos tres años.

El miércoles, los trabajadores de la planta se movilizaron en Zárate para reclamar la continuidad del Plan Nuclear argentino. Una delegación partió el martes desde Senillosa para sumarse a la jornada de protesta que tuvo por epicentro la rotonda de la localidad bonaerense donde se encuentran las centrales Atucha I y Atucha II.

Los trabajadores de la PIAP se movilizaron el jueves 7 de junio a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) para reclamar el pago de salarios adeudados y pedir que se retome el proyecto para la construcción de la cuarta central nuclear, Atucha III.

Participaron de una jornada nacional de lucha del sector junto a varios sindicatos que incluyó una asamblea en la sede de Nucleoeléctrica Argentina (NASA).

“Hemos pedido reuniones con el gobierno provincial y nacional, pero no hemos tenido respuesta”, indicó el delegado Pablo Sosa en declaraciones a Radio Universidad Calf y recordó que se les adeuda una parte del salario de enero y aún no percibieron los haberes de mayo.

Sobre la posibilidad de reconvertir la PIAP a una planta de fertilizantes, afirmó que “es un proyecto viable” pero que necesita, no sólo decisión y financiamiento, sino cuatro años de construcción y planteó que conservaría sólo 50 puestos de trabajo.

Autor: Horacio Beascochea

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