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Neuquén: analizan comprar gas más barato y reactivar la producción de la PIAP

El gobierno busca reducir costos de energía, que representan un 65% en la estructura de costos, y analiza la compra de gas directamente con un productor

La Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) de Arroyito, parada desde mayo del 2017, debe reducir sus costos de producción para que el contrato para la construcción de una cuarta central nuclear sea posible.

El ministro de Energía de la provincia, Alejandro Monteiro, indicó que se busca un recorte del 20 al 25%, algo que consideró “factible”. “Hoy la PIAP compra el gas a un distribuidor. Con un contrato a cinco años, podría sentarse con las empresas productoras y cerrar un contrato de abastecimiento a precios inferiores”, explicó.

Para que la negociación sea viable es necesaria la certeza de una cuarta central nuclear. “El precio del gas y de la electricidad son esenciales porque representan cerca del 70% del costo de producción del agua pesada”, detalló al diario “Río Negro”.

Según Monteiro, “gran parte de la discusión, no toda, está en el valor que tengas de costo de gas y de electricidad”. Desde la PIAP confirmaron que representan alrededor de un 65% en la estructura de costos, siendo el gas lo más elevado.

Esta semana. el portal “Econojournal” publicó de una reunión entre el gerente de la planta, Alexander Berwyn, y dos representantes de YPF para negociar la posibilidad de que la petrolera les venda gas a un precio más barato.

El funcionario neuquino le restó potencia a la versión porque afirmó que el acuerdo podría ser con la empresa nacionalizada “o cualquier otro productor”. “Uno siempre piensa en YPF porque es la más importante, pero tenemos en la provincia varias operaciones haciendo mucho énfasis en el gas. Tecpetrol podría ser un eventual oferente a largo plazo. Total, que produce mucho, también. La realidad es que el que mejor precio pueda llegar a ofrecer, bienvenido sea”, dijo.

Otro de los planes para la PIAP es la posibilidad de reconvertirla para darle un uso dual que permita fabricar agua pesada, pero también fertilizantes. Es un viejo proyecto de la provincia que ahora volvió a discutirse porque salvaría a la planta de un posible cierre, una vez terminada la cuarta central, que sería la última con tecnología de uranio natural y agua pesada.

Autor: Horacio Beascochea

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