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Vaca Muerta, la isla que sostiene la actividad petrolera

El desplome de la producción se registró en todas la cuencas productivas en yacimientos convencionales, que dan el 91% del petróleo y el 75% del gas nacional.

En materia hidrocarburífera, la provincia de Neuquén se convirtió en una isla gracias a Vaca Muerta, luego de que se conocieran los datos de la caída en la producción durante el 2017, en todas las cuencas del país.

La producción total de petróleo en el país fue 27.801 Mm3, un 6,4% menor a la registrada en 2016, que había sido casi un 8% inferior a la del año previo. Mientras tanto, la producción total de gas natural decayó un 0,9% en 2017 respecto del año anterior, que había presentado una merma superior al 3% respecto del 2015.

El panorama es más desolador cuando se analiza el comportamiento de la producción anual de 2017 contra la de una década atrás. La declinación es de 3,1% promedio anual en la última década.

La cantidad de petróleo extraída el año pasado fue un 26,7% inferior a la de 2007. Y la de gas cayó 12,5% en la década considerada. En ese periodo, la producción disminuyó a una tasa del 1,3% anual acumulativo.

El desempeño de la producción y las reservas hidrocarburíferas fueron abordadas por un informe anual del Instituto Argentino de Energía General Mosconi en base a cifras oficiales del Ministerio de Energía de la Nación.

La contrapartida es el crecimiento del 28% en la producción nacional de petróleo no convencional en 2017 respecto del año anterior, mientras que la de gas no convencional fue un 20 por ciento mayor.

El trabajo, publicado por el diario LM Neuquén, dio cuenta de que la producción de petróleo y gas natural no convencional aumentó en 2017 un 28% y un 20% respectivamente en relación con el año anterior, como lo viene haciendo de manera ininterrumpida en los últimos diez años.

Así, queda claro que la caída en la producción total de hidrocarburos en el país se debe exclusivamente al desempeño de los yacimientos convencionales de petróleo y gas natural.

En la actualidad el petróleo convencional representa el 91% del total de ese hidrocarburo producido en el país. Mientras que el gas de fuentes convencionales constituye el 75% del total producido en Argentina.

Según la opinión de los técnicos del Instituto Mosconi, la baja en la producción nacional de hidrocarburos se enmarca en un contexto de baja inversión en exploración de riesgo en las áreas convencionales, lo que se manifiesta claramente en una disminución de las reservas comprobadas de petróleo y gas natural según los datos oficiales del Ministerio de Energía y Minería de la Nación.

Desde YPF, Pablo Bizzotto, quien asumió la vicepresidencia de upstream de la compañía controlada por el Estado, consideró que con el plan que comenzó a desarrollar en esa área conseguirá equilibrar la producción de los yacimientos convencionales, es decir, frenar la caída.

La revista Trama acaba de publicar la primera entrevista con el ingeniero rionegrino que creció en YPF desde la sede de Neuquén, donde se desempeñó hasta desembarcar en la matriz para conducir el área upstream. “El objetivo central es que el convencional no decline, o decline lo mínimo posible”, expresó Bizzotto.

Los técnicos del Mosconi alertaron sobre la merma en las reservas comprobadas de hidrocarburos. En el caso del petróleo en 2016 fueron un 17,1%, inferiores a las de una década atrás. Y, en el caso del gas natural, la caída en el periodo fue del 23,8%.

En el caso del gas natural, la disminución crónica de la producción doméstica es acompañada por un aumento tendencial en la demanda, consideró el trabajo del Instituto Mosconi.

Por ahora, el déficit generado por la convergencia de la caída en la producción de gas y la creciente demanda del flujo fue tapado con importación desde Bolivia por gasoducto y desde el resto del mundo en forma de gas natural licuado.

La importación de gas natural de Bolivia creció un 10,4% entre 2016 y 2017, y es un 455% superior a la del año 2007, consignó el trabajo del Instituto Mosconi. El 14,2% del total de gas inyectado al sistema es gas natural importado de Bolivia. Y la importación de GNL aumentó un 3,2 por ciento entre 2016 y 2017. Representó el 9,9% del total del gas inyectado al sistema en 2017.

En este punto, vuelve a ser Neuquén una luz, puesto que Vaca Muerta guarda la segunda reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de crudo. Se supone que el gas local reemplazará las exportaciones y sobrará para exportar. Sólo con una ampliación de la producción de Tecpetrol en Fortín de Piedra Neuquén incrementó en 10% su aporte a la producción nacional.

El informe del Instituto Mosconi también advierte sobre el déficit de la balanza comercial. Los megatarifazos aplicados al consumo de todas las fuentes de energía para bajar la demanda no lograron revertir una situación que empuja la salida de dólares del país.

En el último año las exportaciones energéticas aumentaron más que las importaciones: 18,7% y 15,8% respecto de 2016, consignó un trabajo del Instituto de Argentino de Energía General Mosconi. Sin embargo, agregó el informe, el déficit comercial energético aumentó un 13,7 por ciento en 2017 respecto del año anterior.

Autor: Horacio Beascochea

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