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Shell aumentó primero y modificó el mercado de combustibles

La compañía que dirigía el ministro Juan José Aranguren, fue quien aumentó un 6% los combustibles, al no poder sostener la presión acumulada por el crecimiento internacional del precio del crudo y la devaluación por la suba del tipo de cambio.

La suba del precio internacional del crudo provocó una nueva suba en el precio de los combustibles y también modificó un mercado en donde la petrolera estatal YPF tiene el 60% del mercado.

Es que por primera vez en años no fue YPF la que anunció un aumento en los precios de los combustible, sino Shell, la compañía que hasta 2015 dirigió el ministro Juan José Aranguren, quien informó la suba.

La firma anglo-holandesa no pudo sostener más la presión acumulada por el crecimiento internacional del precio del crudo y la devaluación por la suba del tipo de cambio. Pese a que el movimiento fue acompañado por Oil y probablemente la sigan otras la cara del primer aumento de 2018 fue Shell.

Como se recordará, YPF tiene casi el 60% del mercado de los combustibles en el país e históricamente fue la que decidió los cambios de precios que acompañaron el resto de las operadoras del mercados, pero esta vez vez utilizó la “espalda” que le da su cuota de mercado para amortiguar una suba de costos y esperar que sean sus competidores quienes den el paso adelante.

Según consigna el diario “Río Negro”, la petrolera nacional ya no informará más oficialmente los movimientos que realice en los surtidores. Incluso comienza a delinear, a futuro, un complejo sistema de precios diferenciales teniendo en cuenta horarios, demanda, transporte y promociones.

Con la liberación del mercado, desde el 1 de octubre las compañías pueden fijar los precios que consideren más convenientes para su negocio sin tener que pasar por el despacho del ministerio de Energía.

La decisión de YPF de salir del lugar de regulador tácito de los precios de los combustibles en el país encierra razones políticas y comerciales. Pero es fundamentalmente el preámbulo de un modelo de negocio que en el horizonte del largo plazo se ve totalmente distinto a lo que están acostumbrados los conductores argentinos.

Una de las marcas será la dispersión de precios. Esto ocurre actualmente y ya sucedía con un mercado regulado por el Estado nacional. No sólo hay diferencia de precios entre distintas marcas sino que también existen dentro de una misma bandera e incluso a pocas cuadras de distancia.

En el mediano plazo esas diferencias se parecerán más a fluctuaciones que pueden ir y venir dependiendo de variables como la demanda y costos de transporte, pero también por estrategias comerciales. Así funciona el mercado norteamericano: se mueve constantemente, día a día, dentro de un rango de valores que a cada despachante le permita seguir siendo competitivo.

También está claro que en los lugares sin competencia podría ocurrir que la dispersión sea mayor. La banda de precios que se estima en el merado es casi similar a la que tienen hoy como diferencia las distintas marcas, es decir entre 15 y 40 centavos, aproximadamente.

En el caso de la petrolera estatal, YPF sus precios son fijados, sin importar si la estación es propia o privada, directamente por la firma a través de los sistemas digitales. En el caso de Shell los valores son de referencia por lo que el propietario del despacho puede mover los números en la forma que crea más conveniente.

Autor: Horacio Beascochea

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