La justicia neuquina condenó a Marcelo Rocco, vecino de Añelo que se proclama lonco de una comunidad mapuche aún no reconocida, y que acumuló en su haber nueve causas penales y una demanda civil. En la última semana de agosto definirán su pena.

En el año 2016 al referente de la comunidad en ciernes, Peñihuen, se le impuso una probation de 18 meses, en este caso por los delitos de abuso de armas y resistencia a la autoridad dado que se sostiene que le disparó seis veces a los policías que fueron a desalojar un predio, intentando incluso atropellar a un comisario. Esa causa estaba acompañada por otra en la que se lo acusaba de usurpar el predio por la que fue absuelto ya que finalmente abandonó el terreno.

El acusado y sus allegados continúan ocupando un lote de 120 hectáreas ubicados sobre la ruta 17 en donde YPF posee el pozo LLL138 y tenía un plan para realizar más perforaciones que no pudo ser realizado. Es que entre las denuncias radicadas en contra del lonco que curiosamente tiene un apellido de origen italiano, se cuenta la amenaza con cuchillos que sufrió un grupo de operarios de YPF que se disponía a cerrar otro pozo.

El viernes 25 de agosto Rocco volvió a sentarse al banquillo de los acusados en una causa en la que si bien estaba acusado de usurpar parte del predio de la firma Lazcano Ahumada donde además se construye el nuevo Parque Industrial de Añelo- fue finalmente encontrado responsable de los delitos menores, que son los de daños al vehículo y equipo de un agrimensor y desobediencia a una orden judicial de no innovar, señala la nota del diario “Río Negro”.

El fiscal Pablo Vignaroli solicitó al juez Diego Piedrabuena que le imponga al lonco la pena de un año de prisión, que sería de cumplimiento condicional, y 96 horas anuales de trabajos comunitarios durante tres años.

Mientras el defensor, Rolando Villasuso solicitó que no se imponga pena alguna, Rocco señaló que “me están apretando por todos lados, pero sería bueno que la justicia sea para todas las partes porque a mis hijos los golpearon, entraron sin orden a mi casa”.