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Se interrumpió el proyecto de exploración y producción en Aguada del Chañar

“El yacimiento está en proceso de cierre para una posterior relicitación, ya que la producción no cumplió con las expectativas”, se explicó en un informe de Nación.

La gestión actual de Enarsa, a cargo de Hugo Balboa, decidió interrumpir un proyecto de exploración y producción de petróleo y gas convencional en Neuquén, en el área denominada Aguada del Chañar.

El Estado nacional lleva invertidos US$ 140 millones pero un análisis técnico sostiene que no tiene sentido económico continuar poniendo plata allí. "El yacimiento está en proceso de cierre para una posterior relicitación, ya que la producción no cumplió con las expectativas", se explicó en un informe oficial.

Esta decisión de Nación complica a la petrolera provincial neuquina GyP, que deberá enfrentar un reclamo por u$s 75 millones, la mitad de las inversiones que Enarsa desembolsó en el área Aguada del Chañar.

El proyecto de exploración y explotación en Aguada del Chañar surgió en el 2010, cuando GyP conformó una UTE con Enarsa para explotar gas convencional en el área. Según palabras del exgobernador Jorge Sapag y el exministro de Energía Guillermo Coco la expectativa era que se produjeran un millón de metros cúbicos diarios: volumen suficiente para abastecer a un millón de hogares.

Según el acuerdo firmado, los desembolsos estarían a cargo de la firma estatal nacional, mientras que la petrolera provincial aportaría el 50% del área y, a través del sistema de carry (acarreo), pagaría la mitad de la inversión con la producción que entregue el bloque. Pero el proyecto nunca entró en etapa comercial y solo tuvo una producción marginal, con picos de 261 mil metros cúbicos.

En el comienzo, a través del ministerio de Planificación de Julio De Vido se licitó la construcción de un gasoducto de 42 kilómetros y una planta de acondicionamiento. Todo se hizo con apenas tres pozos perforados.

La firma CPC, propiedad de Cristóbal López, fue la adjudicataria. El diseño del trayecto demandó modificaciones que atrasaron la finalización de los trabajos y en el 2016, Enarsa reconoció que el área era comercialmente “inviable”. La producción así lo demostró.

Según las fuentes consultadas por el diario “Río Negro”, el área todavía puede tener una segunda chance con el gas no convencional (tight). Ese sería uno de los objetivos de Enarsa, que tiene pensado deshacerse del bloque una vez que pueda cobrarle a GyP.

Desde la petrolera provincial se encuentran negociando un complejo acuerdo para evitar que la cancelación del pasivo se traduzca en una ganancia para el balance de la empresa y que así deba tributar, afectando la distribución de dividendos que tiene al Estado neuquino como principal accionista.

Autor: Horacio Beascochea

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