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Incertidumbre por el futuro del GNC

Mayores costos fijos, suba del precio del gas y baja de impuestos a combustibles líquidos perjudican a una actividad con futuro incierto en la Patagonia y el país.

El 2016 no fue un buen año para los expendedores de gas natural comprimido (GNC), luego de la
suba del precio del gas, la baja de impuestos para los combustibles líquidos en la Patagonia y un crecimiento de los costos fijos que hace pensar sobre la conveniencia o no de instalar un equipo que tarda mucho más en amortizarse.

Para los expendedores, la situación es muy preocupante y se vio agravada con la quita del ITC a los combustibles líquidos. A este panorama se suma la decisión del ministerio de Energía de la Nación consideran que la prioridad deben ser los hogares y las industrias, y los estacioneros piensan que directamente el ministerio busca desalentar su uso como combustible para el transporte.

Las ventas de GNC bajaron durante todo 2016, mucho más en la Patagonia (se estima que entre un 20 y un 40 por ciento) porque la quita de impuestos internos a los combustibles líquidos provocó que la brecha entre ambos se achique considerablemente.

La caída en las ventas tuvo como correlato el cierre de muchos talleres dedicados a la instalación de equipos de GNC. De acuerdo a las estadísticas del Enargas, sólo el año pasado 32.151 vehículos dejaron de estar habilitados para usar ese combustible.

Para el vicepresidente de la cámara que agrupa a los estacioneros, Pedro González, no hay una decisión política de proteger a una industria que ocupa a 50 mil personas.

En este sentido, todos los indicares dan cuenta de que la rentabilidad de las estaciones de GNC ha bajado notoriamente” a partir de abril del 2016 porque no pudieron trasladar al precio el incremento de los costos, además de registrarse una baja generalizada en las ventas del sector.

Autor: Horacio Beascochea

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