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Impulsan proyecto de zona de exclusión hidrocarburífera

Desde la Cámara de Diputados, se impulsa un proyecto, que será analizado junto a la Ley de Ambiente, para prohibir perforaciones y tratamiento de hidrocarburos a menos de 8000 metros de viviendas o establecimientos estatales. El caso Comarsa y la demora en trasladarse a Añelo.

La comisión de Hidrocarburos, Energía y Comunicaciones comenzó el 18 de mayo el tratamiento del proyecto de ley que prohíbe las perforaciones hidrocarburíferas de exploración o explotación, y las destinadas a funciones de almacenamiento, transporte, remediación y tratamiento de hidrocarburos o sus residuos a menos de ocho mil metros de viviendas o establecimientos estatales, acuíferos o afluentes dentro del ejido urbano de la provincia o fuera de él.

A pedido de la autora del proyecto, la diputada Patricia Jure -del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT)- el cuerpo definió invitar a exponer sobre el tema en un próximo encuentro a la organización no gubernamental Observatorio Petrolero Sur, a la asociación ambientalista Rincón Limay y al profesor e ingeniero de la Universidad Nacional del Comahue, Mario Yunis.

No fue convalidada la propuesta del diputado Rául Godoy, del Movimiento de los Trabajadores Socialistas-FIT, de convocar también a las organizaciones mapuche. “No descarto escuchar posiciones que tienen que ver con el aspecto social, pero en este momento creo que es conveniente analizar el aspecto tecnológico”, indicó el diputado Alejandro Vidal al fundamentar su voto negativo, posición que fue compartida por los restantes bloques, menos Libres del Sur.

La diputada Jure defendió su proyecto al exponer que existen antecedentes en la región que dan cuenta de problemas relacionados con la contaminación o con la inseguridad, como la explosión del pozo de Plus Petrol en Plottier en 2013, corroborados por declaraciones del intendente Andrés Peressini que señaló que en el ejido de esa localidad existen 140 pozos.

Añadió que la distancia de 8000 metros como zona de exclusión es que estableció el titular de la cartera de Ambiente de la provincia, Ricardo Esquivel, sobre tratamiento, traslado y disposición final de residuos especiales en el decreto 2263 firmado por el ex gobernador Jorge Sapag en 2015.

El presidente de la comisión, Luis Sapag, manifestó -en representación del Movimiento Popular Neuquino- que el bloque tiene intenciones de avanzar en lo referido a las zonas de exclusión, y propuso que este proyecto sea analizando conjuntamente con el proyecto de ley de Ambiente que se encuentra actualmente en la comisión respectiva.

En sintonía con este proyecto, en un reportaje publicado en el diario “Río Negro”, por Lorena Vincenty, Héctor Basilotta, director de Comarsa, planta ubicada en el Parque Industrial neuquino, explicó las demoras del traslado al “Ecoparque” de Añelo.

El directivo de la compañía manifestó que las demoras se deben a “inconvenientes desde la Provincia. Nosotros siempre quisimos ir y cuanto antes mejor pero el lugar no cumplía con las expectativas porque había proyectos de perforaciones. Primero el decreto dejó afuera las tierras que nosotros habíamos adquirido en Añelo. Después cuando teníamos todo preparado para ir nos llegó la noticia y volvimos a la salida”.

También descartó instalarse en el Parque Industrial de Añelo, debido al nivel de inversión que tienen que hacer. “Vieron que tenemos unas hectáreas ahí y hay otros tratadores como Treater, que está hace años e Indarsa que está haciendo una inversión. Pero estamos dentro del ejido y no respeta la norma”, especificó Basilotta.

Preguntado por dónde se instalará Comarsa, explicó que “en este mes (mayo) se nos va a asignar un nuevo destino. El ministro de Seguridad, Trabajo y Ambiente, Jorge Lara, está trabajando con nosotros y el lugar cumpliría con todo lo del decreto: está en las proximidades de Añelo y fuera del ejido. Hasta tiene posibilidades de tener fuentes de energía cerca, cosas que en el famoso “Ecoparque” no había. Falta hacer los estudios y que se habilite”, adelantó.

“Nosotros a mediados de 2014 teníamos pensado dejar el Parque Industrial. Por eso adquirimos 20 hectáreas en Añelo. Lo del derrame de Indarsa precipitó esto de que la actividad no podía estar en el ejido. Pero estaba en nosotros irnos, porque tenía un costado competitivo. Pasaron dos años y estamos paralizados”, reconoció.

Basilotta dijo que el humo negro que sale por momentos de Comarsa, no contamina. “En el humo hay dos cosas que convergen y dos tipos de tecnologías de hornos. Uno tiene las dos chimeneas que se ven y son los hornos pirolíticos que tratan residuos sólidos, que vienen de las operadoras con material contaminado. Se segregan, el común va al relleno de Cliba y el contaminado se incinera. Según lo que se cargue es la pluma que se ve. Hay lavado de gases y el humo se vuelve más denso o menos denso, pero nunca negro. De repente los hornos se paran y hay un periodo de régimen de puesta en marcha que hace que encuentre el punto de equilibrio. Cuando sale negro es porque hay un desperfecto y se para”, dijo.

“Luego están los hornos de desorción térmica que tratan los barros empetrolados. Ahí sí cuando queman mal, es porque el horno está fracasando. El humo tiene olores. El residuo sólido es el que tiene olor, los barros no. Los sólidos pueden ser trapos, plásticos metales contaminados. Es un trabajo muy específico, de mucho cuidado y el más comprometido para el obrero”, dijo.

“Comarsa no contamina, no hay enfermedades. Por eso tampoco es urgente el traslado. No puedo irme hasta que no deje el último grano de tierra tratado como mi cliente me pide que certifique”, sostuvo.

Autor: Horacio Beascochea

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