El lunes 18 de enero terminaron las vacaciones de unos mil trabajadores petroleros y todavía hay 17 equipos de perforación y workover que están paralizados, sin certezas de que puedan volver a operar en el corto plazo.

El titular del sindicato de petroleros, Guillermo Pereyra, aseguró en declaraciones a la prensa que mantienen un diálogo permanente tanto con YPF como con otras operadoras como Chevron, pero que éstas argumentan que el bajo precio del crudo hace difícil que se sostengan las inversiones.

"Estamos dialogando y creemos que la salida puede estar por el lado del gas, que tendrá un mejor precio. El gobierno tendrá que llegar a un acuerdo con las empresas por ese precio y así los equipos podrán volcarse al gas", dijo el líder sindical al diario Río Negro.

Explicó que no sólo las torres están paradas, sino también muchos servicios conexos que tienen menos ritmo de trabajo por la caída de la actividad. Por cada equipo parado, hay unos 60 trabajadores que no tienen tareas asignadas.

A medida que van retornando de sus vacaciones, muchos trabajadores están sin tareas asignadas, por lo que deben permanecer en las bases. Esto suele generar un gran descontento en el sector porque cada día que pasan fuera del yacimiento implica que cobren menos en conceptos como viáticos y horas taxi que les permiten aumentar su salario.

Pereyra explicó que los equipos no se retiraron de los yacimientos ni se fueron de la cuenca y que la mayoría de ellos se encuentran en el campo, esperando por tareas. "El problema es que no hay plata", dijo el dirigente sindical.

El líder sindical se refirió a la situación en las cuencas de Chubut y Santa Cruz y marcó diferencias, descartando alguna medida conjunta con sus pares del sur. Inclusive se mostró en contra de la actitud que tomaron. "Cuando hay situaciones límite, a las empresas les conviene que hagamos paro. Lo que hay que hacer es negociar", disparó el sindicalista.

Por otro lado, aseguró que el diálogo con el gobierno nacional está abierto y destacó la reunió que mantuvo la semana pasada con el Ministro de Trabajo Jorge Triaca.

"Ellos no van a intervenir en la paritaria", señaló Pereyra, que ponderó el gesto. El dirigente evitó hablar de porcentajes y dijo que el escenario "es pésimo", per se mostró optimista de poder arribar a un acuerdo de largo plazo, con revisiones periódicas de las cifras.