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Los planes del gobierno nacional para el gas

La intención es unificar el precio del gas (incluyendo el plan que lleva el millón de BTU a 7,50 dólares) en un valor que rondaría los 5,80 dólares. Más recursos para Neuquén.

El ministro de Energía, Juan José Aranguren, dio algunas precisiones sobre el precio del gas a las decenas de representantes de petroleras que participaron de una reunión celebrada el lunes 4 de enero.

Según explicaron al diario “Río Negro” dos empresarios que estuvieron presentes, el plan del ex-Shell es unificar el precio del gas (incluyendo el plan que lleva el millón de BTU a 7,50 dólares) en un valor que rondaría los 5,80 dólares.

Ese número se compone de la suma del precio promedio de venta estipulado por el gobierno, que se ubica en los 4,30 dólares, más un plus de 1,50 dólares que se adicionaría de forma paulatina en un plazo aun no estipulado.

El nuevo precio comenzará a regir recién después de los ajustes de tarifas que se lanzarán a partir de febrero o marzo.

El gobierno aspira a trasladar a las boletas el costo real del gas antes del invierno para ir amortiguando el golpe. El problema es que esta medida, por más planificada que esté, tendrá un fuerte impacto en el índice de precios, por lo que es esperable que la luz verde no la dé Aranguren sino el ministro de Economía, Alfonso Prat Gay.

Esta suba, en el precio del gas, podría reportarle a Neuquén un incremento de más de 2.000 millones de pesos anuales en regalías, tomando los cálculos del presupuesto.

Para las empresas también será una buena noticia porque el laberinto de precios que opera en Argentina hace difícil un precio de referencia. El gas domiciliario, por ejemplo, es el más barato de todos. En los meses fríos el Enargas ordena a las empresas derivar el recurso a las familias y eso baja sensiblemente su facturación. A más frío, más gas se demanda en los hogares y menos se cobra.

Con el nuevo precio unificado esto cambiaría, porque se pagaría lo mismo sin importar el destino del recurso, que también se utiliza para industria o para la generación térmica, según consigna la nota de Roberto Aguirre.

Aranguren aclaró a los empresarios que el gobierno seguirá interviniendo para definir a dónde irá el recurso, lo que hace prever que, si el invierno que viene es muy frío, las industrias podrían quedarse sin gas otra vez.

También es posible que ante el aumento en la factura, que con costos reales debería multiplicarse por 10 o por 15, el consumo domiciliario baje sensiblemente, dando una mano a un sistema que aún requiere de entre un 20 y un 30% de recurso importado.

A propósito de las compras en el extranjero el ministro de Energía explicó a los empresarios que evalúan la importación de gas vía Chile. De forma paralela, trabajan en esquemas para evitar los onerosos cargos que implica la importación de GNL vía barco, al cual hay que sumarle el costo de regasificación.

Mientras crece la expectativa por el aumento del gas, las empresas también trabajan para incorporar activos de gas. Cuatro de los cinco proyectos no convencionales que se vienen para el 2016 están orientados a este hidrocarburo, que dejó de ser marginal para pasar a tener peso dentro de las cuentas de las compañías.

Autor: Horacio Beascochea

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