“Hay un derecho de un gobierno que se traslada a otro y lo fundamental es respetar lo que se acuerda y darle continuidad” comentó el jueves 29 de octubre el titular de Emprendimientos Hidroeléctricos (Emhidro SEP), Elías Sapag en referencia a la construcción del proyecto multipropósito Chiuido I.

La represa Chihuido I demandará una inversión de dos mil millones de dólares. Su construcción fue adjudicada al consorcio integrado por las empresas argentinas Helport (Grupo Eurnekian) Chediack; Panedile; Eleprint; Hidroeléctrica Ameghino, la española Isolux Ingeniería y la rusa Inter Rao. Actualmente se está esperando el crédito del banco ruso Vnesheconombank, que financiará más del 87 por ciento del monto.

“Estamos en una instancia política de transición del presidente por lo que el banco va a tener que esperar y eso no quiere decir que la Argentina haga lo que quiera sino que tendrá que actuar en función de derecho”, especificó Sapag y agregó que “estamos metidos en una especulación política cuando el ámbito de Chihuido I se circunscribe pura y exclusivamente al financiamiento”, subrayó al portal Neuquén Informa.

La ejecución de Chiuido I “implica racionalidad, equilibrio y derechos, no es una cuestión lírica de voluntarismo”, manifestó el funcionario y solicitó “respeto por un proyecto que se realizó en paz”.

“Sea con el gobierno que sea hay un derecho que debe ser respetado en el tiempo”, expresó el titular de Emhidro.

“Estamos frente a una obra que es uno de los gigantes que se tienen que hacer en el país para garantizar autoabastecimiento energético y seguridad a las poblaciones ubicadas aguas abajo”. Además, la obra que se emplazará en el centro de la provincia de Neuquén “ofrecerá 2500 trabajos directos, 3500 puestos indirectos y un futuro de producción sustentable en el tiempo de la mano de la agricultura, la apicultura y la ganadería”, indicó Sapag.

Al ser consultado por modificaciones en la licitación, Sapag manifestó que cualquier cambio implicaría un retraso de dos años en la ejecución de la obra. “Hay que conversar con el banco las condiciones que se presentaron en el pliego y que la República Argentina, con el gobierno que sea, dé las garantías de minimización de riesgos”, manifestó.

Actualmente, “la mejor opción para la concreción de la obra es lo que tenemos”, comentó el funcionario y en este sentido se refirió a la concesión ya adjudicada y “la gestión de un banco que tiene que dar un crédito en ciertas condiciones”, concluyó.