Los gobernadores de las provincias petroleras se reunirán el martes 20 de octubre en un hotel de Capital Federal con Cristina de Kirchner y el candidato presidencial Daniel Scioli.

Los mandatarios provinciales y en especial los de Chubut, Martín Buzzi, y Neuquén, Jorge Sapag, esperan medidas del actual Gobierno que se proyecten sobre el próximo, para evitar que la transición demore los planes de inversión de las empresas petroleras para 2016, lo que afectaría el nivel de empleo y la recaudación por regalías.

El gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, asistirá a este encuentro luego de participar del acto aniversario por los cien años de Loncopué.

Según consigna Ámbito Financiero, hay algunas expectativas de que la Presidenta anuncie en la reunión nuevas medidas que beneficien a las petroleras, como una rebaja impositiva, a cambio de que esas empresas mantengan la actividad y los puestos de trabajo.

Las provincias petroleras que integran la Ofephi ya tuvieron un encuentro con Scioli en el que éste se comprometió a mantener "precios competitivos", por encima de los internacionales, para el petróleo en el mercado local.

Sin embargo, luego surgieron fuertes versiones de que en caso de aplicarse una devaluación, esto obligaría al próximo Gobierno a bajar el precio interno del crudo para que el efecto de la medida sobre el tipo de cambio no se traslade a los valores de los combustibles al público, lo que podría generar una espiral inflacionaria.

El CEO de YPF, Miguel Galuccio, sugirió que el precio interno es sólo una de las variables y que se podrían tomar otras medidas para sostener la actividad que atenuarían el impacto adverso de una eventual reducción del valor admitido hasta ahora por el Gobierno. La presencia de Scioli en la reunión apuntaría a ir avanzando sobre esas medidas complementarias.

Las principales petroleras que operan en el Golfo ya anunciaron que concentrarán las vacaciones de todo el personal -las de este año, las adeudadas y los francos compensatorios- a partir del 1 de diciembre y hasta la segunda semana de enero, exceptuando las guardias para los pozos en actividad.

La decisión todavía debe ser negociada con el sindicato que a cambio pide que las compañías se hagan cargo del Impuesto a las Ganancias que se tributará por diciembre, medio aguinaldo y plus vacacional.

Además de esta cuestión, la iniciativa empresaria afectará a las firmas que giran en torno a la actividad petrolera desde el transporte del personal hasta las que se dedican a servicios como la perforación o el cierre de pozos. Pero además se abre un interrogante sobre lo que pasará en enero, con el temor de que las petroleras resuelvan una drástica reducción de la inversión de 2016.

El plan de vacaciones obligadas es también una forma de presión sobre el futuro Gobierno porque a fin de diciembre vence el acuerdo sellado con la administración actual por el que se reconoce un precio del petróleo local sustancialmente más alto que el internacional a cambio de mantener la actividad y los empleos.