Por Yackie Parada
Apuntando a las diferencias existentes entre el hombre y la mujer en la industria petrolera, hablamos con la Diputada Nacional Alicia Comelli, quien nos contó que piensa sobre la participación en la actividad hidrocarburífera de la mujer y que se sabe sobre su aportación real.
“Y la verdad creo que sabemos poco. La desigualdad en el género humano ha estado marcada desde el inicio de la vida social, económica y política. La mujer no tenía derecho ni a ser escuchada, ni a opinar, ni mucho menos a elegir su papel en la familia o en la sociedad, pues existía una división de trabajo muy diferenciada”, dijo Comelli.
Poco a poco las mujeres hemos demostrado tener la suficiente capacidad de actuar en la vida social y económica, logrando excelentes resultados hasta conquistar lo que hasta hace poco era un “terreno sólo de hombres”.
Hablar hoy de la mujer dentro de la industria no es algo sorprendente, no debería serlo. Poco a poco nos hemos ido haciendo lugar y hemos incursionando en terrenos masculinos exclusivos, porque las “tareas productivas” desde sus inicios estaban destinadas a nuestros congéneres (la vieja "división sexual del trabajo", que nos condenaba solo a la reproducción de la especie y el cuidado de niños y ancianos). El sector de petróleo y gas no fue la excepción sino más bien todo lo contrario, pero desde el primer pozo activo en nuestro país a la actualidad han pasado ya muchas décadas y el camino recorrido pareciera indicar que también en esta actividad llegaron las mujeres, para quedarse y progresar.
Hay que reconocer que últimamente y año a año se suman más y más féminas a sus filas alcanzando en la actualidad el 13 por ciento de los trabajadores de Seguridad, Salud y Ambiente de la industria del petróleo y del gas en Argentina, según un estudio del Northern Alberta Institute of Technology (NAIT) y la Canadian International Development Agency (CIDA). Según el Sindicato de Petróleo y Gas de Neuquén, Río Negro y La Pampa en la actualidad hay 900 mujeres ocupadas en el sector.
Teniendo en cuenta que hasta hace pocos años, no había mujeres en esta industria, la cifra por sí misma es alentadora pero aún no llega ni a la mitad de lo que se pretende en distintas incitativas que aspiran a igualar a la ley de cupo electoral del 30%. Pero, a tal punto nos hemos incorporado a la industria petrolera y hemos vivido las contingencias de la actividad, que las trabajadoras petroleras ya tienen su propio día. El 12 de julio se conmemora el día de la mujer petrolera en homenaje a Alejandra Rubbo, una catrielense que murió en el 2000 a los 29 años, cuando regresaba del yacimiento de Señal Picada, donde se desempeñaba como empleada de una empresa de servicios petroleros.
Cabe destacar también que si bien ahora nos hicimos lugar en la industria petrolera como trabajadoras, siempre hemos estado presentes en ella desde distintos roles, más aun en estas latitudes. Por ello la ordenanza que dio origen a esta conmemoración, con la clara intención de hacer justicia, dedica un párrafo a nuestro reconocimiento al decir que “este homenaje es extensivo a todas las mujeres que trabajan o han trabajado en la industria petrolera, y también a aquellas cuyo cónyuge trabaja en la industria petrolera, mientras ellas sostienen el hogar y la unidad familiar”.
La explosión de la industria en los últimos tiempos, más allá de los vaivenes recientes del precio del barril, demandará indudablemente una mayor cantidad de mano de obra y es el momento justo para aspirar a una verdadera igualdad de oportunidades. Se ha iniciado un proceso, el de incorporación de la mujer al petróleo, que no se detendrá y que a las clara requiere de un acompañamiento tanto de autoridades como de la sociedad civil y, sobre todo, de las instituciones académicas para promocionar la participación femenina en todos los niveles porque la aspiración del cupo del 30 por ciento debe darse en todos los niveles, incluidos la rama técnica y profesional.