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Derriban el mito que el fracking genere sismos

El IAPG salió a rebatir que en Ohio se confirmará que el fracking haya causado un terremoto. Además aclaró que en Vaca Muerta no existe casi sismicidad y hay muy pocas probabilidades de que se detecten sismos inducidos por la estimulación hidráulica

Desde principios de enero de 2015 varios medios internacionales y nacionales que dieron eco de la noticia, afirmaban que “el fracking causó un terremoto en Ohio”, y a propósito el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG) realizó algunas aclaraciones para no generar una alarma injustificada en los lectores.

Por ejemplo, la nota publicada en el diario Clarín, se basa en un trabajo publicado en enero de 2014 por la Miami University in Ohio, titulado “Earthquakes Induced by Hydraulic fracturing in Poland Township, Ohio”, y referido recientemente en el boletín de la Seismological Society of America (SSA), con las conclusiones sobre las posibles causas de una serie de 77 microsismos registrados en marzo de 2014 en los alrededores de la localidad de Poland, estado de Ohio (EE.UU.).

El trabajo relaciona esta serie de eventos microsísmicos con la técnica de estimulación hidráulica (fracking), necesaria para extraer hidrocarburos de reservorios convencionales y no convencionales, utilizada en nuestro país regularmente desde 1959 sin ningún tipo de consecuencias negativas ni eventos sísmicos de magnitud registrados.

El mencionado trabajo refiere a una serie de microsismos medidos entre los días 4 y 12 de marzo de 2014, siendo el mayor de ellos de 3.0 Richter, registrado el día 10 de marzo. Tal magnitud es apenas perceptible para los seres humanos y comprende niveles de energía miles de veces menores que los sismos que podrían causar algún tipo de daño. De hecho, Según el Instituto Nacional de Previsión Sísmica, “terremoto” se entiende “todo sismo que por su magnitud e intensidad ha causado daños materiales y/o víctimas”. Claramente, no es el caso de los sismos de Poland, Ohio, a los que refiere el citado artículo periodístico, y no existe antecedente alguno de que la fractura hidráulica, pese a su uso intensivo en todo tipo de terrenos y subsuelos desde hace casi 70 años, haya causado jamás alguno.

El propio boletín de la SSA concluye que “el proceso de estimulación hidráulica produce normalmente microsismos de mucha menor intensidad que los perceptibles por los seres humanos. Es raro que la fractura hidráulica genere sismos de mayor intensidad, perceptibles por los humanos. Aunque debido a los avances en la vigilancia sísmica y al mayor uso de la técnica, el número de sismos, perceptibles y no perceptibles, ha aumentado en la última década”.

Numerosas actividades humanas, como la minería y la generación hidroeléctrica entre muchas otras generan “sismicidad inducida”, en general imperceptible para el hombre, sin que se produzcan terremotos o daños materiales.

Según la SSA, los microsismos de Ohio tuvieron relación con una falla existente con anterioridad a las operaciones de hidrocarburos, pero desconocida hasta este momento, en un tipo de roca muy antigua de tiempos precámbricos, en una zona de alto estrés tectónico. Este no es el caso del área en el que se encuentra la formación Vaca Muerta, en donde hoy se desarrollan operaciones de este tipo en la Argentina.

La zona de la formación Vaca Muerta es considerada por el Instituto Nacional de Previsión Sísmica como de riesgo sísmico “reducido”, con el número 1, en una escala de 0 a 4 (el 0 corresponde a “muy reducido y el 4 a “muy elevado”). De hecho, en Vaca Muerta no existe casi sismicidad y hay muy pocas probabilidades de que se detecten sismos inducidos por la estimulación hidráulica.

Todos los días la red de sensores del Instituto Nacional de Previsión Sísmica registra en nuestro país decenas de sismos de entre 2.0 y 3.5 Richter, en general imperceptibles para los seres humanos y apenas detectados por aparatos de medición.

Por lo expuesto, afirmar que “el fracking causó un terremoto en Ohio”, como titula el artículo periodístico, es inexacto científica y técnicamente.

Fuente Shale en Argentina (IAPG)

Autor: Darío Hernán Irigaray

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