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Vaca Muerta, promesas y sueños que no llegan

El avasallamiento de la actividad petrolera pudo con Añelo, los servicios se encuentran colapsados y las obras no arriban. El plan maestro pensado hasta el 2020 aún sigue sin novedades. El crecimiento que se aprecia es por parte de privados, apostando principalmente a alojamientos y gastronomía. El comercio en general no ve el impacto económico aún. Las obras importantes de infraestructura por parte del estado nacional y provincial aún no se vislumbran.

Por Darío Hernán Irigaray

El actual epicentro del desarrollo de Vaca Muerta es Añelo, y cuando se comenzó a pensar en lo que pasaría, teniendo en cuenta lo que sucedió históricamente en las localidades donde la actividad petrolera impactó, se quiso idear un plan, un “Master Plan”, para que no suceda, y a pesar de ello, hoy todavía se sigue charlando que hacer mientras todo desborda.

Se estimaba que iba a llegar gente, que la población iba a crecer exponencialmente, y sucedió. Mientras tanto los servicios se encuentran colapsados, el agua potable no alcanza, las cloacas no son suficientes, el gas alrededor de Añelo sobra pero muchos siguen sin tenerlo, y la electricidad no está preparada para pasar el verano.

Todo el crecimiento de Añelo ha sido privado, el estado nacional y provincial ha hecho muy poco, y en esto trata el intendente Darío Díaz de justificarlo, aunque asiente con la cabeza, asegurando que falta gestionar, que tiene que viajar a Buenos Aires, pero lo cierto que son pocas las cosas que se ven que comienzan a mejorar.

Por el momento la única obra que se encuentra en marcha en la ciudad es la comisaría, donde se puede apreciar el avance y las importantes dimensiones, por otro lado el Hospital fue licitado y aun no comienzan las obras, el centro médico no da abasto y se ha mejorado con donaciones de empresas.

El agua por las noches cuando todos llegan del campo se siente la falta y se reconoce desde el municipio que aún falta mucho para poder tener el sistema como se debe, como lograr tener más cantidad de bombas por ejemplo.

Las cloacas, aunque el tendido está desarrollado por gran parte de la ciudad, falta en varios barrios tendidos, y mucha gente no se conecta a ellas y continúa con el viejo sistema de pozos negros, a pesar que cada tanto deben contratar un camión de desagote. Aseguran que si todos estuvieran conectados desbordaría.

El gas no llega a una parte de la ciudad, sobre todo el este, y el norte al pie de la barda y la meseta, donde últimamente se desarrolla la localidad, a pesar de estar sentados sobre uno de los yacimientos más importantes de gas del país.

El comercio en general está desanimado, los habitantes recientes de la ciudad, principalmente consumen alojamiento tanto en hoteles como alquileres, y comen en restaurantes, rotiserías, o compran en mercados su cena, el resto es muy poco el movimiento, y varios comerciantes aseguran que “se irán en unos meses cuando puedan rescindir el contrato de alquiler por que no pasa nada”.

“Mucho ruido y pocas nueces” es una de las frases más escuchadas en la ciudad, y sumado a la mala calidad de vida, hoy Añelo no es una ciudad para vivir, faltando mucho para por hacer.

“Necesito 300 millones de pesos para infraestructura” señaló a Vaca Muerta News el intendente de Añelo Darío Díaz en relación a las redes de cloacas, agua, gas y electricidad, sin contar el asfalto que sin lo anterior tampoco se puede avanzar.

La Fundación YPF junto al COPADE, Nación y el BID son los responsables de llevar adelante el proyecto del “Master Plan 2020”, que ahora se cambió aparentemente el nombre a “Plan Maestro 2030”, y no tiene fecha de presentación.

Ya en el 2013 se había puesto como fecha marzo de 2014 si o si, y pasó todo el año y el plan no aparece, el dinero no aparece, ni las obras, ni Añelo pudo no ser más que cualquier otra localidad petrolera que sufre intensamente el avasallamiento de la actividad hidrocarburífera.

Autor: Darío Hernán Irigaray

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