Los trabajadores prefieren la industria de los hidrocarburos por la diferencia de salarios. “Es más una promesa que una realidad”, dijo a una radio de la ciudad de Buenos Aires, Cadena 3, el intendente de Añelo Darío Díaz.

En una amena entrevista con el programa La Mesa de Café el jefe comunal aseveró que la marcada diferencia existente entre los sueldos de la industria de los hidrocarburos, hace que cada vez sea más difícil encontrar mano de obra para recolectar la cosecha en la localidad de Añelo, en la provincia de Neuquén.

“Son los contrastes del boom petrolero: tienen sus cosas buenas y malas”, dijo a Cadena 3 Dario Díaz, intendente de Añelo.

“Hoy, Añelo está en un momento de transición complejo. Con el yacimiento de Vaca Muerta, la expectativa de trabajo que se ha generado ha traído aparejados problemas como el exceso de demanda”, explicó Díaz.

“Cuando vienen esas avalanchas de crecimiento demográfico colapsan un montón de otros servicios y se generan los problemas: se van elevando los costos, porque la gente no quiere laburar por la diferencia de salarios”, dijo.

Díaz aclaró que, no obstante “tampoco hay mucho lugar en la industria petrolera”. “Hoy es más una promesa que una realidad”, aseguró el intendente, de 36 años, quien trabajó tres conduciendo un camión petrolero.

En días pasados, la empresa Moño Azul ofreció capacitar, en forma gratuita, a interesados en aprender el oficio de la recolección, con la promesa de que al término de cinco días quienes culminaran el proceso de capacitación tendrían trabajo asegurado en la empresa, con un sueldo inicial de $6 mil.

“Lo que la gente no comprende es que el costo de vida en la región también es en costo petrolero”, afirmó el intendente.

Hoy, un kilo de pan en Añelo cuesta $35, un kilo de carne, no menos de $100, y un alquiler, no menos de $10 mil.

“Todos los días nos enfrentamos a problemas sociales. La gente carga a su familia y viene detrás de una expectativa de trabajo y cuando llega se choca con una pared de fierro”, aseguró el intendente.

También destacó que la situación no solo afecta al trabajo, también a la cultura de los pueblos originarios. “Teníamos dos comunidades históricas. A raíz del boom de Vaca Muerta han comenzado a constituirse otras comunidades más”, advirtió Díaz.