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Editorial

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Nación no gira fondos comprometidos para obras de infraestructura vial de Vaca Muerta desde hace meses

Rutas provinciales 7 y 51, que viajan al corazón de Vaca Muerta no avanzan. La ruta 67 que debía comenzar a asfaltarse sin novedades. Accesos y descensos claves de puente sobre Ruta 7 se vienen postergando. Con varios certificados de avances presentados las contratistas se vieron obligadas a detener las obras. Hace meses que no cobran.
Darío Hernán Irigaray
Por Darío Hernán Irigaray

Por Darío Hernán Irigaray

Aunque se insistió, no se pudo obtener una respuesta oficial sobre lo que sucede con las obras que se ejecutan en las rutas, tan necesarias para el desarrollo de Vaca Muerta, la provincia de Neuquén y la región.

Fuentes consultadas aseguraron que Nación adeuda el pago de varios certificados de obras presentados por las contratistas, lo que llevó a detener las obras viales claves para el desarrollo de Vaca Muerta, incluso varios municipios detuvieron obras de asfalto, donde en casos a una misma firma le adeudan cuatro certificados.

El estado calamitoso de las rutas, sumado al alto tránsito, genera una combinación de altísimo riesgo, con siniestros viales cotidianos, varios fatales, camiones volcados, autos chocados, lo que requiere una resolución en forma urgente, siendo sumamente necesario avanzar en el mejoramiento de la infraestructura vial.

A pocos kilómetros de la capital neuquina, a fin del año pasado fue inaugurado un puente sin los accesos y descensos correspondientes (llamados rulos), lo que ha generado incidentes de gravedad, porque los conductores intentan bajar por caminos que los mismos automovilistas fueron trazando para no tener que recorrer en ocasiones hasta 3 kilómetros para poder seguir por el camino correcto.

La Ruta Provincial 7 nace en la ciudad de Neuquén, traspasa el Parque Industrial de esta gran ciudad, atraviesa la localidad de Centenario, para luego empalmar con la Ruta 51 que nos lleva hasta el corazón de Vaca Muerta. Esta última vía se está transformando desde hace unos años en una gran autopista, de dos carriles por mano, y se ve como se ha detenido el avance desde hace un par de meses.

La Ruta 7 que va desde la Ruta 8 hasta Añelo también se encuentra detenida la obra. Avanza, se para, avanza, se para. Camiones, camionetas y autos circulan a paso de hombre por las banquinas, armándose trencitos a menos de 20 kilómetro por hora. Hoy llegar desde la capital neuquina en horario pico, que va desde las 6 a las 9 horas, por las mañanas, o por las tardes regresar desde las 17 hasta las 18.30, puede llegar a demorar en ocasiones hasta 2 horas, para recorrer unos 100 kilómetros.

La Ruta 67 que fue construida el pasado año de ripio mejorado, permite quitar todo el tránsito pesado que atravesaba la ciudad de Centenario sobre todo, para poder llegar más rápidamente al aeropuerto internacional, así como conectarse con el Parque Industrial de Neuquén, sin pasar por zonas urbanas. En el primer cuatrimestre de este año se había prometido su asfalto y aún no comienzan las obras.

La Ruta Nacional 22 que atraviesa la capital neuquina de este a oeste, y conecta con las ciudades vecinas tanto de la provincia de Neuquén como Río Negro, afecta en forma directa a más de 500 mil habitantes. Hoy es un campo de guerra, con señalización deficiente, donde las obras se encuentran en abandono desde hace dos años y solamente se está trabajando en pequeños avances puntuales a paso muy lento.

Cuando llegan inversores y ven la realidad se sorprenden del estado de las rutas, y no se entiende porque el proyecto más importante del país no avanza como debiera.

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